Con el lanzamiento inicial de la marca, Castle & Key tenía un envase muy poco llamativo, que no destacaba en las estanterías. «Queríamos un envase que mostrara nuestra dedicación y atención a la excelencia de nuestros líquidos de cara a nuestros consumidores», comenta Brett Connors, embajador de la marca. En colaboración con Stranger & Stranger, diseñaron una representación icónica de la destilería. 

El nombre, Castle & Key (Castillo y Llave), destaca tanto la histórica destilería del castillo como la importancia de los terrenos y la fuente de agua de sus productos, el pabellón en forma de ojo de cerradura.  Estos elementos inspiraron la creación de la botella personalizada que Saverglass debía hacer realidad.

Un cuerpo con mucho grabado en relieve, una base gruesa en bajo relieve, una picada grabada, un moleteado grabado a medida, etc... todo ello requería un cierto peso para que la producción tuviera éxito. El diseño de la botella también tuvo que prever y tener en cuenta la instalación de una banda metálica alrededor del cuello y un medallón en la parte delantera.

Después de trabajar con otros fabricantes, Castle & Key recurrió a Saverglass para que produjera la botella en un plazo de tiempo limitado, con el fin de asegurarse de llegar a tiempo al mercado con su nuevo envase.