La generación Y (los Millenials), nacida entre los años 80 y mediados de los años 90, impulsa el crecimiento de los productos «craft».
Para esta generación, el consumo de productos especializados —que «solo ellos» conocen—, es una afirmación de su diferencia con respecto a un consumo más clásico de productos fabricados en masa. En su opinión, las bebidas espirituosas «craft» son sinónimo de calidad. Prefieren beber menos, pero mejor.
Estos consumidores impulsan este crecimiento en gran medida porque pasan mucho tiempo en las redes sociales hablando de los productos que consumen y compartiendo sus impresiones.