En agosto de 2008, tras 15 años de duro trabajo en el mundo empresarial, Stephen rechazó un ascenso que habría supuesto un aumento de sueldo, pero también más estrés y horas extras.
Poco después, una cuantiosa indemnización por despido resultó decisiva: era la oportunidad perfecta para convertir sus sueños en realidad. Stephen y Jeany dejaron Londres en 2009 y se trasladaron a Cotignac, un pequeño pueblo en el corazón de la Provenza.
Durante un año, aprendieron a apreciar el modo de vida provenzal y recorrieron la región en busca de los mejores viñedos. Entonces, decidieron montar una pequeña empresa vinícola con la idea de crear un rosado provenzal que fuera considerado uno de los mejores de la región, al tiempo que desarrollaron una verdadera imagen de marca. 
Tomando nota de este éxito, Jeany y Stephen decidieron crear una bebida espirituosa vinculada a la herencia británica de Stephen: una ginebra realmente premium, más precisamente una London Dry. 
 

«La Botanic es una botella que siempre me ha gustado. La conozco desde hace unos años, pero nunca habíamos tenido un proyecto para ella. Así, cuando llegó el momento de la ginebra, inmediatamente pensé en ella», 
-    comenta Jeany Cronk.
Cuando nació su proyecto de ginebra, no tuvo ninguna duda de que el modelo Botanic era la elección obvia, 
pero quería personalizarla para que transmitiera la historia de la marca al consumidor. Su inspiración: el art déco, muy presente en el sur de Francia, los tragaluces redondos de las casas típicas de la Provenza, y las baldosas de terracota, que también se utilizan en la maravillosa tienda de Maison Mirabeau, en Cotignac. 
Los grabados estriados y el sello en relieve confieren a este elixir una calidad aún más exquisita. No en vano, el juego de luces que proporcionan los grabados magnifica el color rosado del líquido. 
La apuesta parece haber dado sus frutos, ya que «a la gente le encanta» y la marca ha ganado numerosos premios por su atrevido envase.