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La creación de burbujas en el vidrio se consideraba un defecto del vidrio o se presentaba como una característica del vidrio antiguo.
El vidrio con burbujas es ahora un proceso decorativo en el que se crean deliberadamente burbujas en la masa de vidrio.
Aunque se provocan de forma intencionada, ya sea controlando la temperatura de fusión del vidrio para producir el cristal denominado «malfin» (imperfectamente sofisticado), o utilizando diversos procesos en función del efecto deseado, el resultado suele ser la aparición de burbujas irregulares. Sin embargo, este método conlleva riesgos de seguridad (como la solidez) y no permite controlar el efecto deseado, que será diferente cada vez.
El nuevo proceso de vidrio con burbujas desarrollado por Saverglass preserva perfectamente las nociones de autenticidad asociadas a este tipo de vidrio, al tiempo que garantiza un alto nivel de robustez. A las especificaciones iniciales se han sumado dos objetivos: la estética y la modernidad de la solución propuesta. De este modo, se han desarrollado tres niveles de intensidad de la burbuja que se adaptan al vidrio de gama alta: Extra-White.
El vidrio con burbujas Saverglass ofrece numerosas ventajas:
El vidrio con burbujas: una técnica centenaria al servicio de la estética del vidrio
Emile Gallé, una de las figuras más destacadas del Art Nouveau y un gran conocedor de todos los recursos técnicos del vidrio, creó una sutil cristalería «parlante» que ilustra muy bien este tipo de decoración: «La pluie au bassin fait des bulles».
Maurice Marinot, célebre maestro vidriero del Art Déco, tenía una gran predilección por el vidrio «malfin» y por el arte de las burbujas, que llevó a un grado extremo de sofisticación, por ejemplo con sus burbujas de oro, conocidas como «caviar». Le siguieron en esta tendencia muchos vidrieros de la época, como Daum en su producción de los años 20, con vidrios con burbujas acompañados de pintura intercalada, y luego, en 1940, con simples vidrios transparentes con burbujas.
En Italia, podemos mencionar en los mismos años a Carlo Scarpa y su vidrio doblado con «bollicine» y hojas metálicas, pero sobre todo a Napoleone Martinuzzil con sus originales e inconfundibles creaciones para Venini, en vidrio llamado «pulegoso», un material que se vuelve opaco por la profusión de pequeñas burbujas «puleghe» que contiene.